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REPÚBLICA DOMINICANA: “Existe un racismo estructural anti haitiano arraigado”

JosephCherubinCIVICUS conversa acerca de la situación de las personas de ascendencia haitiana en República Dominicana con Joseph Cherubin, médico haitiano, fundador y director ejecutivo del Movimiento Sociocultural de Trabajo Humanitario y Ambiental (MOSCTHA). MOSCTHA es una organización de la sociedad civil que trabaja por el bienestar de las personas más pobres y vulnerables de la República Dominicana, promoviendo el acceso a servicios de salud, el desarrollo comunitario y el respeto a los derechos humanos.

En las elecciones del 19 de mayo, en las que el presidente Luis Abinader fue cómodamente reelecto, la migración haitiana fue tema de campaña, como tantas veces en el pasado. La mayoría de los candidatos lo instrumentalizó en busca de rédito político fácil, explotando el prejuicio racista latente en la sociedad dominicana y legitimando la violación sistemática de los derechos tanto de los migrantes haitianos como de sus descendientes nacidos en la República Dominicana, muchos de los cuales son excluidos de los derechos de ciudadanía.

¿A qué se debió la victoria electoral del oficialismo?

En las elecciones del pasado 19 de mayo, los principales candidatos eran el actual presidente Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el expresidente Leonel Fernández, del Partido Fuerza del Pueblo (FP) y Abel Martínez, exdiputado nacional del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Abinader obtuvo el 58% de los votos, asegurándose otros cuatro años más en el poder.

El triunfo del PRM puede explicarse por la movilización de la agenda anticorrupción, dado que la corrupción tiñó la gestión de los gobiernos del PLD que le precedieron. Abinader buscó diferenciarse de sus opositores llevando adelante una fuerte campaña de investigación del fraude dentro del Estado. También jugaron un papel importante la división del PLD en 2019, cuando Leonel Fernández se escindió y fundó FP, y la abstención de aproximadamente 46% del electorado.

También fueron centrales los discursos contra la población migrante haitiana, presentes en las campañas electorales de la mayoría de los candidatos a la presidencia. El tema migratorio ha sido por décadas la bandera de muchos candidatos a puestos electivos, y esta elección no fue la excepción. Este discurso ha permitido que por años se vulneren los derechos de los migrantes haitianos que habitan en suelo dominicano y de sus descendientes nacidos en el país.

¿Algún candidato se posicionó a favor de la migración haitiana?

Ningún político hablará positivamente al respecto porque se arriesgaría a perder su popularidad.

La mayor parte de la población migrante en la República Dominicana es haitiana, venezolana y estadounidense. Pero no todos reciben el mismo trato, gozan de los mismos derechos o acceden a los mismos servicios. Existe un racismo estructural y político anti haitiano, muy arraigado en un segmento de la clase dominante. Como parte de una puja por obtener más votos y agrandar su audiencia, algunos políticos y medios han adoptado fuertemente este discurso y exacerbado este sentimiento. Abinader ha sido uno de ellos. Durante su gestión, el gobierno ha aumentado las deportaciones de haitianos, cerrado las fronteras y prometido la construcción de un muro entre ambos países.

Sin embargo, cabe mencionar que el pueblo dominicano convive pacíficamente con el pueblo haitiano. Los dominicanos reconocen que los haitianos somos personas trabajadoras y ocupamos un lugar central en la economía del país. Somos quienes solemos trabajar en los sectores de la construcción, la agricultura y en las casas de familia. La mano de obra haitiana es un pilar importante del desarrollo económico de la República Dominicana. Sin embargo, existe una cúpula que orienta este tema de forma negativa.

¿Cuáles deberían ser las prioridades de Abinader en su segundo mandato?

El desafío más grande será cumplir con las recomendaciones de organismos internacionales y regionales de derechos humanos relativas a la implementación de los objetivos de desarrollo sostenible. Esto supone asegurar que toda la población pueda hacer ejercicio de sus derechos humanos, incluidos los migrantes haitianos y sus descendientes. En particular, es necesario fortalecer el acceso de las mujeres a la vida política, garantizar la protección del medio ambiente, promover la educación sin discriminación y hacer una reforma fiscal para gravar a quienes más tienen.

También es necesaria una reforma migratoria integral que regularice el estatus de los migrantes originarios de Haití que llevan 40 o 50 años en la República Dominicana. Asimismo, se debe buscar un mecanismo para garantizar el acceso a la nacionalidad de las personas que fueron desnacionalizadas como resultado de una sentencia del Tribunal Constitucional de 2013 que retiró la nacionalidad dominicana a todos los nacidos en territorio dominicano de padres extranjeros, siendo los más afectados niños con padres de nacionalidad haitiana.

Por último, es esencial que Haití y República Dominicana mejoren sus relaciones bilaterales para lograr convivir fraternalmente en la isla que comparten.


El espacio cívico en la República Dominicana es calificado como “estrecho” por el CIVICUS Monitor.

Póngase en contacto con MOSCTHA a través de su sitio web o sus páginas de Facebook e Instagram, y siga a @mosctha en Twitter.


 

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