Lecciones clave de probar métodos de desarrollo no tradicionales en Malawi

Por Dinah Sandoval y Alexis Banks, Root Change

Este artículo es parte de la serie #HistoriasDeResiliencia, coordinada por CIVICUS para destacar los esfuerzos de grupos y activistas que promueven mejores prácticas de financiación y movilización de recursos valiosos para la sociedad civil.

El cambio real ocurre cuando las comunidades locales están liderando, aprovechando sus recursos, ideas y experiencia para implementar soluciones a sus propios problemas. Desafortunadamente, con mucha frecuencia, las iniciativas de desarrollo subestiman a las comunidades y los recursos locales en el diseño y ejecución de sus programas. En Root Change deseamos romper este patrón dentro del sector del desarrollo y gracias a nuestro trabajo reciente con el programa “Local Works”, financiado por USAID, tuvimos la oportunidad probar enfoques alternativos al modelo de desarrollo tradicional en Malawi.

Durantes dos años, trabajamos junto a Keystone Accountability, una organización innovadora, y a Youth and Society (YAS), una organización de la sociedad civil líder en Malawi, para implementar dos laboratorios sociales en este país africano. Los laboratorios reunieron a diversos actores locales para crear, probar y reflexionar sobre experimentos a corto plazo para atender desafíos locales, integrar las voces de la comunidad y mejorar la confianza y la responsabilidad a nivel local.

Este trabajo nos dejó lecciones importantes sobre la importancia de escuchar a las comunidades antes de implementar acciones, de establecer relaciones locales basadas en la confianza y la responsabilidad mutua, y de crear un entorno apto para que las comunidades reconozcan y aprovechen los recursos locales. A continuación, compartimos los métodos que utilizamos y las lecciones clave que aprendimos.

Gira de escucha

Group 3 meeting Malawi

Para comprender mejor el clima sobre la ayuda extranjera y el desarrollo en Malawi, nuestro trabajo comenzó con una visita a 120 actores ​​diversos en todo el país, a quienes les hicimos esta simple pregunta: "¿cómo se siente ser el receptor de este tipo de ayuda?"

Los participantes expresaron su frustración con la naturaleza "extractiva" de interminables encuestas, evaluaciones de necesidades y visitas de campo realizadas por los donantes y organizaciones internacionales. La mayoría no pudo recordar un momento en que les compartieron algún resultado o se exploraron junto ellos mediante el diálogo y la reflexión. Algunos creen que estas actividades de aprendizaje y evaluación son simplemente formas de validar las agendas preexistentes de quienes ostentan el poder.

En este tour de escucha identificamos cuatro "trampas" recurrentes en los esfuerzos de desarrollo:

  1. el financiamiento restrictivo ha generado dependencia;
  2. faltan canales establecidos para la participación y retroalimentación de los constituyentes; 
  3. los esfuerzos para desarrollar capacidades ignoran la complejidad; y
  4. las prácticas extractivas de medición impiden que las comunidades se beneficien de los datos que ellas mismas producen.

Una alianza local basada en la responsabilidad mutua

La idea de crear los laboratorios sociales nació de la gira de escucha. Sin embargo, los comentarios que habíamos recibido dejaron en claro que, como ONG internacionales, debíamos replantearnos radicalmente la forma en que nos relacionamos con los actores locales. Para hacer los laboratorios necesitábamos un socio local de confianza y establecer una alianza bajo un modelo no tradicional.  

YAS fue nominado por muchos durante la gira de escucha como un dinámico actor local que tiene una red social profunda y confiable en Malawi. A diferencia de las relaciones de financiamiento tradicionales y altamente directivas, Root Change y Keystone Accountability establecieron con YAS una alianza centrada en respeto, responsabilidad mutua, toma de decisiones conjunta, transparencia financiera y dignidad. YAS estuvo involucrado a lo largo de todo el proceso de toma de decisiones: facilitando las actividades del programa, creando herramientas y participando como un socio equitativo en las discusiones sobre el presupuesto y la planificación del proyecto. El "valor de la igualdad radical estuvo presente en nuestra alianza y en el laboratorio social", confirmó el fundador de YAS, Charles Kajoloweka.

Para lograr esto, los equipos de Root Change y Keystone Accountability debimos desarrollar un conjunto de habilidades nuevas, soltar el control y estar cómodos con ello, involucrarnos de manera auténtica, creer genuinamente en la capacidad del socio local y aceptar que hay muchas maneras de alcanzar los objetivos compartidos.

Laboratorios sociales y subvenciones para ‘microacciones’ 

Juntos, lanzamos dos laboratorios sociales –uno en Rumphi en el norte del país y otro en Mulanje en el sur– con un taller de diseño de 5 días que convocó a representantes de la sociedad civil, gobiernos distritales, líderes comunitarios y ciudadanos. Más de 60 personas participaron en cada laboratorio para identificar problemas locales, diseñar y probar soluciones a través de experimentos de dos meses llamados microacciones. Se conformaron 11 equipos para dirigir microacciones que incluían desde incorporar la opinión ciudadana en la toma de decisiones del gobierno local, hasta crear una carta de servicios para responsabilizar a las ONG locales por los proyectos que implementan. Cada dos meses, los equipos se reunían para reflexionar sobre los resultados y aprendizaje de sus microacciones, e iterar sobre sus diseños.

Cada equipo recibió micro subvenciones de US$500 para gastos de transporte y las reuniones relacionados con sus microacciones. En lugar de solicitarles reportes tradicionales sobre las subvenciones, se utilizaron encuestas cortas de retroalimentación para permitirle a los participantes del laboratorio debatir sobre el uso de los fondos por parte de todo el laboratorio social. A través de estas discusiones, ellos mismos revelaron y resolvieron problemas de desconfianza y mal uso de los fondos, creando responsabilidad interna.

El desafío “Changemakers Innovation Challenge”

En el proceso de experimentación, los equipos de los laboratorios sociales encontraron un desafío sistémico y cultural creado por el sistema de ayuda exterior: al inicio fue difícil involucrar a las comunidades en sus actividades de microacción porque las personas estaban acostumbradas a pedir remuneraciones o compensaciones monetarias por participar.

Los equipos decidieron buscar una solución de manera colectiva: publicaron un anuncio en el periódico nacional para solicitar ideas innovadoras que aumentaran la participación sin remuneraciones, y lo llamaron “Changemaker Innovation Challenge” (en español: Reto Artífices de Cambio). Seleccionaron tres ganadores entre varios que enviaron propuestas desde todo el país, quienes se unieron a los laboratorios para probar sus ideas. Los tres propusieron involucrar a los miembros de la comunidad desde el inicio y en todo el ciclo de vida de los experimentos, desde la identificación del proyecto hasta la implementación, porque esto es fundamental para fomentar la transparencia, la responsabilidad y la apropiación de los experimentos, anticipando que impulsaría la participación sin pagos. Sus enfoques se están probando y la respuesta inicial indica que la demanda por remuneraciones ya no es un gran obstáculo. "Esto dice que ya tenemos soluciones a nivel local", dijo Kajoloweka.

A través de Local Works, hemos tenido la oportunidad de explorar modelos alternativos de desarrollo que resaltan y aprovechan los recursos locales. Mientras reflexionaba sobre la sostenibilidad de los laboratorios sociales y sus participantes, Kajoloweka dijo: "hoy ya no son ‘participantes’, son actores activos, dueños del laboratorio social. Incluso han abierto su propia cuenta bancaria y comenzaron a reunir sus propios recursos para esta iniciativa".

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