Por Angela Grămadă
Entre abril y mayo de 2018, Armenia vivió una movilización masiva de poder popular, en la que cientos de miles de hombres y mujeres salieron a la calle movidos por la frustración, tras décadas de monopolización del poder político. Estas acciones de protesta pacíficas, acuñadas como la "Revolución de Terciopelo", provocaron un cambio de gobierno, y, durante las mismas, se ha reconocido ampliamente el papel que las mujeres jugaron, por su importancia y relevancia. Sin embargo, 6 meses más tarde, ¿han presenciado estas mujeres armenias una “revolución de terciopelo” en la mentalidad o una redefinición de su propio papel en una sociedad aún considerada eminentemente patriarcal? ¿O quizás es necesaria una revolución aparte para que la sociedad reconozca, valore y tome en cuenta la contribución significativa, el papel y la posición de las mujeres para provocar cambios e impulsar el progreso?
Angela Grămadă ha pedido a las mujeres armenias que reflexionen sobre los eventos de abril / mayo de 2018.