En todo el mundo, el espacio cívico sufre los ataques de gobiernos y de agentes no estatales que tratan de limitar la capacidad de las personas y de las organizaciones para cuestionar el statu quo; fenómeno que se agudiza aún más cuando va unido al patriarcado, la misoginia y la exclusión. Desafortunadamente, para los grupos LGBTI y para los defensores de los derechos humanos, la realidad sobre el terreno también es a menudo muy diferente de las promesas plasmadas en el papel. Si bien ha habido importantes logros internacionales en materia de políticas de derechos humanos, a menudo estos son rebatidos por la evidencia procedente de los datos de investigaciones locales y por las experiencias de la vida real que muestran que las personas LGBTI siguen siendo víctimas de la injusticia y de graves violaciones de sus derechos humanos.
En la vanguardia de la oposición política
Durante años la comunidad LGBTI se ha situado en la vanguardia de la disidencia: organizándose, actualizándose, reclamando y ocupando el espacio. Este proceso lo ha realizado tanto a través de la protesta como de la resistencia a siglos de exclusión y de borrado institucional y sistémico basados en nociones esencialistas de acceso y de "normalidad" de género, cultura y religión, entre otros factores.
Gracias a este activismo, las organizaciones LGBTI de la sociedad civil, activistas y defensores de los derechos humanos han logrado varias victorias. Entre esos logros tenemos: el reconocimiento legal de los matrimonios entre personas del mismo sexo, la adopción de leyes contra la discriminación de personas LGBTI, la derogación de leyes que penalizaban las actividades entre personas del mismo sexo, la concesión de personalidad jurídica a las organizaciones LGBTI y las leyes sobre la paternidad de personas LGBTI. Sin embargo, es importante reconocer el contexto en el que se han producido dichas victorias. La mayoría de ellas han beneficiado a las personas del hemisferio norte, mientras que en la mayoría de los países del hemisferio sur los derechos de las personas LGBTI han experimentado un declive constante. Continúan los asesinatos, las detenciones arbitrarias, los ataques y la aprobación de leyes que restringen el acceso a condiciones de vida básicas.
Por ejemplo, en la mayoría de los Estados africanos y musulmanes, la homosexualidad sigue estando proscrita y conlleva castigos que van desde el encarcelamiento hasta la pena de muerte. Al amparo de la religión se vigilan los cuerpos de los activistas LGBTI y a menudo se limita su disfrute de derechos humanos básicos.
Enfoque interseccional
Las siglas LGBTI engloban a minorías sexuales y a grupos de género no binario. Un enfoque interseccional sigue siendo fundamental ya que las reivindicaciones LGBTI y el trabajo en materia de derechos humanos han favorecido y ampliado las luchas contra la cisnormatividad. Este enfoque nos insta a ser conscientes constantemente de dónde se yace el poder en todo momento. Si bien el término LGBTI puede ser importante para la organización, los informes y la incidencia política, también han silenciado y suprimido las experiencias y las voces de los marginados.
El lenguaje empleado en las reivindicaciones LGBTI y en el establecimiento de programas políticos se centra y refleja las limitaciones de orientación sexual y, en su mayoría, no la identidad de género. Una gran parte de la financiación LGBTI sigue estando dirigida a organismos de gays y lesbianas. Por esta razón las organizaciones de la sociedad civil transgénero e intersexuales encuentran grandes dificultades para llevar a cabo su labor reivindicativa Es importante reconocer las luchas sociales y sanitarias a las que se enfrenta la comunidad transexual e intersexual en todo el mundo, incluso en los países occidentales.
En la mayoría de los contextos, las personas transexuales e intersexuales tienen incluso prohibido modificar sus propios marcadores de género; un aspecto importante para su autorrealización y para su propia identidad.
Los sistemas sanitarios de todo el mundo son transfóbicos y muestran fobia hacia las personas intersexuales. Así, en la mayoría de los estados aún se define la cirugía de reasignación genital como un procedimiento de cirugía estética, haciéndola muy costosa y limitando con frecuencia la transición quirúrgica de la mayoría de las personas transgénero. Una atención médica de calidad es esencial para las personas transexuales e intersexuales por multiples razones.
En algunos países se considera la transexualidad como una enfermedad mental. Los bebés intersexuales son sometidos involuntariamente a una cirugía basándose en una comprensión cisheteronormativa del género. La falta de conocimiento sobre cuestiones transexuales e intersexuales por parte de la mayoría de los trabajadores sanitarios pone en riesgo a la mayoría de las personas transexuales e intersexuales.
Campaña #TransLivesMatter
La etiqueta #TransLivesMatter pretendía llamar la atención sobre los activistas transgénero que habían perdido la vida a manos de la violencia transfóbica y como resultado de asesinatos, agresiones físicas o sexuales. Las suposiciones de homogeneidad son cruciales para la consecución de hitos colectivos, pero peligrosas si los esfuerzos se orientan hacia los cuerpos aceptables y sistemáticamente favorecidos. Los cuerpos normativos ocupan constantemente el espacio a expensas de otros perfiles. Es importante que nos comprometamos de manera plena y crítica con este fenómeno, y más aún cuando prospera en espacios cuya existencia está destinada a ser interseccional.
El activismo LGBTI y de género requiere que estudiemos la historia y seamos conscientes de las diversas manifestaciones del poder. Es crucial ser siempre conscientes de quiénes han logrado las victorias de la comunidad LGBTI internacional. En el contexto de las graves violaciones de los derechos humanos que se infligen a los cuerpos transexuales e intersexuales, es necesario reinventar un nuevo marco de inclusión que garantice justicia a los marginados.
Mawethu Nkosana es un activista LGBTI y administrador del Fondo de Respuesta para Crisis de CIVICUS. Sígalo en Twitter a través de su cuenta @mawethu_
El Fondo de Respuesta para Crisis es una subvención de emergencia para acciones reivindicativas que responde a las limitaciones del espacio cívico, en particular a las restricciones a la libertad de asociación y de reunión. Alentamos a los activistas de todo el mundo a que soliciten apoyo.
Este artículo forma parte de una serie para celebrar el 25 aniversario de CIVICUS y proporcionar perspectivas e ideas sobre la acción ciudadana en todo el mundo.
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