En los años noventa Asia se vio inmersa en una corriente mundial a favor de la democracia, la cual sería conocida como "la tercera ola". Países como Nepal, Indonesia y Filipinas sirvieron entonces de modelo en una región todavía dominada por gobiernos autocráticos. La Red Asiática para Elecciones Libres (ANFREL, por sus siglas en inglés) se creó en 1997 como una red de organizaciones para la supervisión electoral y de los derechos humanos en toda Asia. Fue concebida para fomentar elecciones libres y justas, y garantizar que un mayor número de personas se beneficie del sufragio universal; un derecho fundamental reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Lamentablemente, la democracia en Asia se ha visto afectada por graves reveses en los últimos años. De hecho, se trata de la región con el peor resultado según el Índice de Democracia de The Economist de 2017. Estados como Filipinas o las Maldivas, entre otros, deben hacer frente a una gran cantidad de desafíos en materia de derechos humanos, mientras que Tailandia no ha celebrado elecciones desde 2014. La democracia depende en gran medida de una dinámica regional y mundial que parece haberse detenido. La tendencia se vuelve aún más clara a medida que las naciones asiáticas tienden a acercarse a China que, a diferencia de los estados occidentales, no condiciona la concesión de sus paquetes de ayuda exterior al progreso en el cumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos.
La misión de la ANFREL consiste en la promoción de la democracia en Asia a través de la evaluación de la integridad de los procesos electorales y del fomento de prácticas relacionadas con el buen gobierno. A menudo enviamos misiones para supervisar elecciones nacionales y locales. Para ello recurrimos a observadores pertenecientes a una red de organizaciones miembro de la región. Hasta la fecha, hemos participado en casi 60 elecciones en 17 países, lo que nos convierte en la ONG más grande e importante que trabaja a favor de la democracia electoral en Asia. Nos esforzamos en ser independientes y estamos orgullosos de nuestra experiencia en el despliegue de misiones en entornos políticos y zonas geográficas muy diversas.
Otro aspecto importante de nuestro trabajo consiste en proporcionar formación a los grupos de la sociedad civil que trabajan por la democracia en sus países de origen. Este desarrollo de competencias es fundamental para sensibilizar a la opinión pública sobre las prácticas de buen gobierno incluso fuera de los periodos electorales. Creemos que es necesaria la participación de la sociedad civil en su conjunto para el florecimiento de la democracia.
Muchas personas en Asia aún consideran los estándares democráticos universales como normas que emanan de los Estados occidentales, las cuales no tienen que aplicarse necesariamente en esta región. Esta postura ha sido nuestro principal desafió a lo largo de los años. Para abordar este problema, reforzar la cultura democrática y que esta sea acogida como una creación local y no como una imposición externa, hemos elaborado nuestro propio conjunto de normas con el objetivo de que resulten "más apetecibles para el gusto asiático".
Desde 2012, la ANFREL ha invitado periódicamente a los agentes electorales de toda Asia para que se reúnan en el Foro Asiático de Agentes Electorales (AESF, por sus siglas en inglés) y discutan sobre las directrices para las buenas prácticas electorales. El primer evento de este tipo produjo la Declaración de Bangkok sobre Elecciones Libres y Justas; un documento pionero que confirma el compromiso de las organizaciones de la sociedad civil y de los organismos de supervisión electoral con el fortalecimiento de la democracia en la región. Por lo tanto, no debemos subestimar los avances logrados en el diálogo sobre las elecciones, ya que solo unos pocos años antes estos agentes se habrían enfrentado en lugar de sentarse juntos a la misma mesa. El segundo y tercer AESF amplió este conjunto de procedimientos, el cual ha recibido desde entonces el respaldo de varias organizaciones internacionales. La próxima edición del AESF se celebrará del 27 al 28 de agosto en Colombo, Sri Lanka, y será la mayor reunión de agentes electorales asiáticos hasta la fecha.
En las dos últimas décadas se han registrado avances significativos en la transparencia y la integridad de las elecciones en toda Asia. La ANFREL es a menudo la primera organización en acceder antes de las elecciones a países en los que existen graves conflictos políticos para contribuir a la organización de un proceso democrático que no existía previamente. Así, nuestra contribución se materializa a medida que estas naciones empiezan a adoptar un reparto del poder pacífico y un buen gobierno. Estados como Indonesia, Sri Lanka, Nepal o, más recientemente, Birmania han realizado grandes avances en la construcción de instituciones y normas democráticas, a pesar de que las mejoras siguen siendo deseables y posibles; por ejemplo, Birmania sigue sin reconocer plenamente los derechos políticos de varias minorías étnicas y Nepal restringe drásticamente la libertad de asociación.
El apoyo de la ANFREL a las organizaciones nacionales encargadas de la supervisión electoral ha resultado en la proliferación de una vibrante actividad de la sociedad civil en Asia, donde la mayoría de sus miembros buscan activamente la consecución de reformas en el país en el que se hallan. Timor Oriental constituye el caso más fascinante del sudeste asiático hasta la fecha: este país pasó con éxito de una situación políticamente muy inestable a convertirse en la que ahora se conoce como la nación más democrática de la región. La ANFREL estuvo presente allí desde la consulta popular de 1999 sobre la independencia y ha colaborado con todas las partes interesadas para asegurarse de que se respetan las decisiones de los votantes.
Entre nuestras iniciativas se incluye el Centro Asiático de Recursos Electorales (AERC, por sus siglas en inglés), una base de datos que recopila toda la información disponible sobre política y elecciones, así como talleres de capacitación para observadores electorales en Malasia, Birmania y otros países. Gracias a estas formaciones la ANFREL contribuyó al nacimiento de generaciones de trabajadores electorales y militantes que ahora trabajan en diversas estructuras, ya sea como miembros de ONG independientes o en órganos de gestión.
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos es que la supervisión independiente de los procesos electorales a menudo está sujeta a reacciones negativas de los gobiernos, los partidos políticos u otras partes interesadas. El ejemplo más reciente de tales críticas está relacionado con la situación política de Camboya; país con un espacio cívico reprimido según el Monitor de CIVICUS. Tras las elecciones locales de 2017 y antes de las elecciones legislativas del 29 de julio de este año, la democracia en este país se vio gravemente deteriorada, ya que el gobierno camboyano y las instituciones judiciales tomaron medidas drásticas contra los activistas de la sociedad civil, los candidatos políticos rivales y los medios de comunicación "indeseables". En un informe de evaluación preelectoral la ANFREL había destacado estos acontecimientos negativos, así como otros factores perjudiciales para el mantenimiento de un clima electoral saludable.
Días después de la publicación de nuestro informe, cuyas conclusiones coinciden con las de otras ONG del país, el gobierno camboyano nos atacó duramente a través de dos de sus organizaciones encubiertas: un grupo de jóvenes y un medio de comunicación en línea. Calificaron nuestro trabajo de "infundado y falaz", y acusaron a la ANFREL de "fabricar noticias falsas" y de "planificar la destrucción de la democracia en Camboya".
Lejos de tomárnoslo como una ofensa personal dentro de una confrontación tan descarada, dichos ataques a nuestro trabajo demostraron que nuestras acciones son útiles y necesarias en momentos en que los gobiernos reprimen la expresión de la disconformidad dentro su población. Mantenemos los más altos estándares de independencia y protegemos a las fuentes dispuestas a hablar con nosotros abiertamente, en conformidad con la Declaración de Principios y el Código de Conducta de 2005 aplicable a la observación internacional de elecciones, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para combatir la desinformación y empoderar a los votantes a través del acceso a información fidedigna sobre los procesos electorales y sobre el panorama político en general en sus países.
Amaël Vier dirige el programa para el desarrollo de competencias y la observación de elecciones internacionales de la ANFREL. Sígala en Twitter a través de su cuenta @Anfrel
Este artículo es parte de una serie para celebrar el 25 aniversario de CIVICUS y proporcionar perspectivas e ideas sobre la acción ciudadana en todo el mundo.
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