Las leyes de agentes extranjeros están proliferando y representan una amenaza creciente para la sociedad civil en todo el mundo, revela el nuevo informe de CIVICUS titulado “El estrangulamiento de la sociedad civil: La expansión global de las leyes de agentes extranjeros”, publicado hoy.
La ley de agentes extranjeros de Rusia de 2012 estableció un peligroso modelo. Desde 2020, países como El Salvador, Georgia, Kirguistán y Nicaragua han promulgado leyes similares. Estas legislaciones estigmatizan a las organizaciones de la sociedad civil al obligarlas a registrarse como agentes pagados de intereses extranjeros. La amenaza se extiende mucho más allá de los actuales adoptantes, con otros países proponiendo legislación similar como parte de represiones más amplias contra el espacio cívico.
Estas leyes se caracterizan por definiciones amplias y ambiguas de “actividad política”, que otorgan a los gobiernos amplia discreción para perseguir a organizaciones consideradas indeseables. Estas leyes crean opciones imposibles para las organizaciones. Deben aceptar una designación estigmatizante que las marca como espías extranjeros o cesar operaciones.
"Las leyes de agentes extranjeros están entre los ataques más preocupantes y crecientes al espacio cívico en el mundo actualmente", advierte Mandeep Tiwana, Secretario General de CIVICUS. "Son virus mortales: tóxicos, contagiosos y difíciles de contener una vez normalizados.
"Para 2030, cuando se espera alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, gran parte de la población mundial podría vivir en países donde los gobiernos clasifican a los grupos de las organizaciones de la sociedad civil que reciben financiamiento internacional como agentes extranjeros. Esto podría dañar severamente las alianzas requeridas para el desarrollo."
La sociedad civil está resistiendo las leyes de agentes extranjeros y ha demostrado cómo pueden revertirse. Las protestas populares llevaron a Ucrania a revertir rápidamente su ley de 2014. Etiopía la derogó en 2019, y Hungría se vio obligada a abandonar su ley en 2020 tras un fallo del TTribunal de Justicia de la Unión Europea. Existe la necesidad de una resistencia coordinada para revertir esta tendencia antes de que estas leyes de agentes extranjeros se normalicen.
“Los regímenes autoritarios se alientan mutuamente en su búsqueda de sofocar la disidencia, creando obstáculos para las personas y organizacione que trabajan para combatir la corrupción y las violaciones de derechos. Nuestras comunidades deben ser más valientes y audaces que nunca para enfrentar las amenazas a la paz, la justicia, la igualdad y la sostenibilidad”, dijo Tiwana.
"Se necesita mayor solidaridad ciudadana y de la sociedad civil para superar estas amenazas."
CIVICUS hace un llamado a una resistencia coordinada para revertir la tendencia antes de que las leyes de agentes extranjeros se normalicen. Los tribunales internacionales y los organismos de derechos humanos deben desarrollar estándares legales sólidos que distingan las medidas legítimas de transparencia y leyes represivas. También deben implementa procedimientos de emergencia para abordar amenazas inmediatas.
Las entidades financiadoras y aliados deben establecer mecanismos de financiación de emergencia con subvenciones de desembolso rápido. Deben apoyar el desarrollo de la filantropía local para reducir la dependencia de fondos extranjero. El informe también recomienda documentar sistemáticamente los impactos de las leyes de agentes extranjeros y las estrategias exitosas de resistencia.
La comunidad internacional debe imponer sanciones específicas a los funcionarios que obstaculicen la cooperación al desarrollo de la sociedad civil y proporcionar refugio a los activistas amenazados. Las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación deben fortalecer las redes de solidaridad internacional para compartir estrategias de resistencia, denunciar el verdadero propósito de las leyes de agentes extranjeros y potenciar su capacidad legal para impugnarlas ante tribunales nacionales e internacionales.
"Estas leyes caen cuando la gente resiste. Pero solo si dejamos de tratarlas como la nueva normalidad", dijo Tiwana.
