Ana Lucía Ixchiu Hernández
Mujer maya k'iche, artista, gestora cultural, cantante, periodista comunitaria, arquitecta, comisaria de arte comunitario, narradora indígena, directora de cine.
Nacida en Totonicapán, Guatemala. Pionera y creadora de trabajos en arte y crisis climática y activista desde los 11 años en trabajos en arte y cultura. Se convirtió en activista y periodista por la masacre del 4 de octubre de 2012, en la Cumbre de Alaska, masacre que el ejército guatemalteco cometió contra el pueblo indígena de Totonicapán, como parte del movimiento estudiantil. Actualmente se encuentra exiliada y criminalizada por el Estado de Guatemala debido a la cleptocracia y dictadura criminal guatemalteca.
- ¿Cuál es tu cita favorita de alguien que te inspira?
Ojalá tuvieras la sabiduría de la Madre Tierra, que, tras todos nuestros golpes y heridas, nos devuelve flores, frutos y canciones - Carmen Álvarez
- ¿De qué habilidades te enorgulleces más o cuáles te gustaría aprender?
Soy una mujer organizada desde la perspectiva comunitaria, con el don amable de mis antepasados y el sentido común de un bosque. También creo que estas son habilidades necesarias en el mundo de los derechos humanos, y todas las formas de conocimiento son importantes.
- ¿Cuál es su visión de la sociedad civil?
La solidaridad debe ser el camino que mueva al mundo en un contexto de odio y polarización. La sociedad civil en movimiento y adaptación juega un papel clave y fundamental en el sostenimiento de las democracias, y defender el espacio cívico es una obligación que tenemos como generación, ya que todos los derechos que hemos conseguido hasta ahora han sido heredados por movimientos que rompieron paradigmas en contextos difíciles y hostiles. Hoy enfrentamos desafíos que nos llaman a organizarnos.
- ¿Qué lecciones has aprendido del fracaso?
El fracaso forma parte de la vida y no es ni bueno ni malo, es un maestro que enseña y en las peores circunstancias es esencial para adquirir experiencia.
