La disolución de la Unión Nacional de Educadores del Ecuador, parte de una estrategia coordinada para silenciar el disenso

English

CIVICUS conversa con Rosana Palacios Barriga (foto), presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE) del Ecuador. La UNE, la organización de maestros más grande del país, fue disuelta por resolución del Ministerio de Educación en agosto de 2016 por presuntos incumplimientos de sus propios estatutos y de la normativa vigente para el funcionamiento de las organizaciones sociales.

1. ¿Cuáles fueron las circunstancias que condujeron a la disolución de la Unión Nacional de Educadores, el sindicato más grande del país?
La Unión Nacional de Educadores (UNE) del Ecuador tiene dos líneas de acción. Por un lado, es una organización defensora de derechos humanos, de la educación y de la profesión docente en sus aspectos laborales, de salud y de mejoramiento profesional, económico y social. Por el otro lado, investiga la situación del país y del magisterio; presenta propuestas para que sean trasformadas en políticas públicas; y trabaja en propuestas pedagógicas tales como la de “Educación para la Emancipación” y en estrategias para implantar tecnologías de la información y la comunicación en el aula. En ese sentido, enfrenta la corrupción, la prepotencia y el autoritarismo.

Cuando inició su gestión en 2006, el Presidente Rafael Correa contaba con el respaldo de los sectores de izquierda, los movimientos sociales, sindicales y populares. Ese mismo año, el pueblo ecuatoriano aprobó mediante consulta popular el Plan Decenal, que incluía ocho políticas para la educación. La propuesta que se sometió a consulta popular había sido presentada por la UNE a Rafael Correa, por entonces candidato a presidente, para que fuera elevada a política de Estado. La UNE apoyó su candidatura porqué él dio su apoyo a nuestra propuesta.

El conflicto entre el gobierno y la UNE se inició cuando, una vez comenzada la gestión, la UNE exigió el cumplimiento del Plan Decenal. Ya en el año 2008, la UNE se enfrentó con el Ministro de Educación, Raúl Vallejo, porque éste buscaba implantar una evaluación punitiva destinada a destituir a docentes sin brindarles ninguna opción para que pudieran volver a ejercer su profesión, al tiempo que liberaba al Estado de sus obligaciones laborales para casos de despido. En ese contexto, la UNE exigió el respeto de los derechos laborales y defendió la educación bilingüe, en riesgo ante el cierre de 6000 instituciones escolares.

En el marco de la construcción de la nueva Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), la UNE exigió el reconocimiento de los derechos laborales alcanzados por el magisterio y la incorporación de sectores de profesores a la carrera docente de tal manera sean protegidos por la seguridad social y la LOEI. Denunció la precarización y la flexibilización laboral –actualmente son 40 mil los profesores bajo régimen de contrato-, la inestabilidad laboral, el congelamiento de salarios, los chantajes y los despidos. Cabe señalar que al trabajo docente se ha sumado el requisito de cumplimiento de trabajo administrativo, lo cual modifica el rol docente y genera temor, ya que se crea un ambiente de total indefensión.

2. ¿Cuáles cree Ud. que fueron las motivaciones del gobierno para tomar la decisión de disolver la UNE?
El Presidente Correa tiene una política de desintegración de las organizaciones sociales como estrategia de concentración de poder. Cuando la UNE mantuvo sus exigencias, Correa tomó la decisión de destruir esta organización sindical, gremial y popular.

El proceso se inició con una exhibición de poder por parte del presidente, por dos vías: por un lado, el debilitamiento del sindicato ante la opinión pública, mediante campañas persecutorias para las que hizo uso de cadenas nacionales de radio, prensa y TV, en las que condenó sus acciones gremiales; por el otro, la implementación, en 2009, de la evaluación punitiva del magisterio nacional.

En aras del cumplimiento de los objetivos del Plan Decenal, la UNE entregó al gobierno una contrapropuesta de evaluación elaborada sobre bases científicas y pedagógicas. Ante la negativa del régimen de dialogar, la organización declaró un paro nacional que se extendió desde el 15 de septiembre hasta el 7 de octubre de 2009. El paro terminó con un acuerdo entre UNE y el Ejecutivo, cuyos artículos luego fueron incorporados a la nueva Ley de Educación. En suma: lo que el correísmo nunca le perdonó a la UNE fue que desafiara su poder y le ganara.

En su afán por eliminar a nuestra organización, y más en general a todas aquellas que no siguieran sus mandatos, así como de dominar a las restantes, el gobierno emitió el Decreto Ejecutivo No. 16 del 4 de junio de 2013 (Reglamento para el funcionamiento del Sistema Unificado de Información de las Organizaciones Sociales y Ciudadanas). Este decreto recibió el rechazo unánime de la sociedad civil independiente, ya que era violatorio de la libertad de asociación. El decreto estableció nuevos procedimientos y requisitos para el reconocimiento legal de organizaciones de la sociedad civil e introdujo un proceso de evaluación para autorizar a ONGs internacionales para operara en el país. También exigió que las ONGs ecuatorianas se volvieran a registrar, impuso requisitos excesivos de información que podrían ser utilizados contra las propias organizaciones, y otorgó al gobierno amplia discrecionalidad para rechazar peticiones de reconocimiento jurídico o disolver organizaciones con argumentos vagos vinculados con el desvío de sus objetivos declarados, el involucramiento en actividad político-partidaria, la interferencia con las políticas públicas o la afectación de la seguridad del Estado o la paz pública.

Gracias al apoyo de la sociedad civil, organizaciones sindicales, organizaciones de servidores públicos y organismos internacionales como la Federación Sindical Mundial y la Internacional de la Educación, logramos llegar hasta la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las Naciones Unidas para denunciar el Decreto Ejecutivo No. 16. En Ecuador, además, se interpuso una demanda de inconstitucionalidad del decreto ante la Corte de Justicia. La primera víctima de disolución a partir de la aplicación del Decreto No. 16, a fines de 2013, fue la Fundación Pachamama, una organización ambientalista.

Entretanto, el gobierno utilizó una táctica de desgaste mediante criminalización contra los dirigentes de la UNE. Mery Zamora, presidenta de la UNE entre 2007 y 2010, fue acusada de sabotaje y terrorismo por supuestamente haber incitado a los alumnos de un colegio a salir a las calles durante la revuelta policial de 2010. Se le siguió un juicio, fue hallada culpable gracias a la presentación de pruebas falsas y finalmente condenada a 8 años de prisión. Si bien en instancia de apelación fue eventualmente declarada inocente y no debió cumplir pena, la Fiscalía de la Nación enseguida volvió a presentar nuevas acusaciones contra ella, por supuestamente haber atentado contra los derechos del Estado.

Otros dirigentes nacionales, como Xaver Cajilema, Paúl Jácome y Edwin Lasluisa, fueron encarcelados durante un año. Decenas de dirigentes provinciales y cantonales – entre ellos Francisco Rojas, Juan Cervantes, Luis Chancay, Sisa Bacacela y Pilar Paredes – fueron destituidos. Hubo cantidades de sumarios administrativos contra maestros que declararan pertenecer a UNE, y muchos fueron removidos de sus funciones o de sus sitios de trabajo.

Los nuevos dirigentes de la UNE, elegidos para el período 2013-2016, incluida yo misma, no fuimos reconocidos. El Ministerio de Educación esgrimió varios pretextos para ello, por ejemplo el incumplimiento del Decreto No. 16, que sin embargo había sido dictado meses después de las elecciones de la UNE, celebradas con voto universal y secreto y con la veeduría del Consejo Nacional Electoral. El Comité Electoral de UNE argumentó la ilegalidad de esta actuación, pero durante casi un año enfrentó el silencio administrativo, y por último recibió la respuesta de que la documentación requerida no había sido entregada. Presumimos que los documentos entregados fueron deliberadamente extraviados.

Por último, en 2015 el Ministerio de Educación creó una organización paralela, llamada “Red de Maestros por la Revolución Educativa” que, dicho sea de paso, no cumplía con ninguno de los parámetros que le eran exigidos a la UNE. De más está decir que esta iniciativa viola los estándares internacionales, empezando por el Convenio 98 de la OIT sobre el derecho de sindicación y negociación colectiva.

La Red de Maestros no es más que un instrumento para la ejecución de la política autoritaria del gobierno en cada institución educativa del país. Dentro de cada escuela, es el brazo político del gobierno y el instrumento persecutorio de los docentes. Así, por ejemplo, la Red de Maestros tiene coordinadores zonales a los que se concede el tiempo para realizar visitas institucionales y se les otorga el respaldo de las autoridades educativas para que cumplan con el rol asignado.

Las autoridades educativas intervinieron para obligar a los maestros, mediante mecanismos ilegales, a afiliarse a la nueva organización. Al mismo tiempo impedían el acceso de la dirigencia de la UNE a los planteles educativos con el objetivo de acelerar el desgaste de nuestra organización. De hecho se emitieron oficios circulares bajo pena de sanción para las autoridades que dejaran ingresar a los establecimientos a dirigentes de UNE, permitieran a los maestros reunirse en asambleas, asistieran a las instalaciones de su gremio o permitieran la diseminación de información sobre la situación del magisterio. Por último, la autoridades se apropiaron del Fondo de Cesantía del Magisterio ecuatoriano, la entidad financiera de la UNE, con una caja de 405 millones de dólares. Para esto último se debió reformar la Ley de Seguridad Social.

3. ¿Qué impacto tuvo la disolución de la UNE? ¿Cómo caracterizaría Ud. la situación resultante?
La disolución de la organización fue el punto culminante de un proceso de acoso que se extendió durante diez años. En el curso de ese período la dirigencia de UNE se dividió en tres sectores: los que decidieron resistir, los que se replegaron, y los (muy pocos) que abandonaron la organización. Este mismo fenómeno se replicó en las bases, con el predominio de los que siguieron la resolución de la dirigencia nacional, plasmada en la consigna “La UNE vive, la lucha continúa”, más tarde reformulada como “La UNE vive, Correa se va” y “La UNE es una organización, no un edificio”.

La dirigencia de UNE resistió y se dedicó a desenmascarar la política correísta que profundizaba la violación de los derechos laborales del docente y de los trabajadores en general. Se unió para ello a las centrales sindicales y a otras organizaciones sociales.

La disolución de la UNE era necesaria para que el gobierno pudiera continuar con el desmantelamiento de la educación pública y el irrespeto a los docentes. A pesar de lo que afirma la propaganda gubernamental, la educación ha sufrido un retroceso. Se han implantado evaluaciones de ingreso a las universidades y puntajes para la elección de carreras fijados desde la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, lo cual trajo aparejada la privatización de la educación superior.

4. ¿Es la disolución de la UNE parte de un patrón más amplio de restricciones sobre la sociedad civil en Ecuador? En caso afirmativo, ¿cuáles han sido las principales restricciones del espacio cívico?
La disolución de la UNE es parte de una fórmula que responde al objetivo central del régimen de eliminar toda forma de organización y participación de la sociedad civil en la formulación de las políticas públicas, la defensa de derechos humanos y la promoción de las libertades públicas. O sea, es parte de una estrategia para mantenerse en el poder.

De hecho, en todos los sectores el gobierno ha creado organizaciones paralelas como el FUE (Frente de Estudiantes Universitarios del Ecuador), el FESE (Frente de Estudiantes Secundarios del Ecuador) y Seguro Campesino. Para enfrentar a las centrales sindicales tradicionales se creó en 2014 la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), afín al gobierno, y lo mismo en el terreno de los movimientos de mujeres, los movimientos ecologistas y las organizaciones defensoras de la tierra. Al mismo tiempo que estas nuevas organizaciones eran movilizadas, se instituyeron leyes anti obreras para criminalizar la lucha social y se utilizaron los aparatos represivos del Estado contra las organizaciones genuinamente representativas.

Las violaciones de las libertades fundamentales han aumentado bajo la forma de persecución judicial, insultos, linchamiento mediático y agresiones físicas. Sin embargo, el 65% de la población rechaza actualmente estos atropellos, aunque por temor no se ha movilizado en defensa de las organizaciones que enfrentaron procesos de disolución. Pese a ello, hemos podido generar un debate sobre la defensa de los derechos. Y, en el caso específico de los maestros, está presente en la sociedad la necesidad de la existencia de nuestra organización como elemento de defensa, orientación y organización.

5. ¿Ha recibido la UNE solidaridad y apoyo desde el exterior? ¿De qué modo podría la comunidad internacional apoyar a la sociedad civil en Ecuador?
Pienso que tenemos una relación mejorada con nuestros pares en otras partes del mundo. Frente al proceso de disolución y el asalto que hemos sufrido, hemos recibido toda clase de muestras de solidaridad nacional e internacional. Los sindicatos de docentes en Canadá y en España, en particular, han sido claves en esta lucha de resistencia, de defensa de nuestra personería jurídica y recuperación del patrimonio. Sin embargo, en el terreno de la acción de masas no tenemos respuesta. Ello se debe a que existe un debate ideológico y una polarización muy fuerte, ya que fuera del Ecuador el discurso de izquierda de Rafael Correa, unido a la propaganda que despliega el gobierno, sigue sosteniendo la creencia errónea de que el Ecuador aún vive una revolución. Para disipar ese malentendido seguimos necesitando apoyo.

El espacio cívico en Ecuador es clasificado en el CIVICUS Monitor en la categoría “obstrui-do”.
Visite el sitio web o el perfil de Facebook de la Unión Nacional de Educadores, o siga en Twitter a @UNENACIONAL y a @ROSANAPALACIOS4.

CONTACTA CON NOSOTROS

CANALES DIGITALES

SUDÁFRICA
25  Owl Street, 6th Floor
Johannesburgo,
Sudáfrica,
2092
Tel: +27 (0)11 833 5959
Fax: +27 (0)11 833 7997

UN HUB: GINEBRA
11 Avenue de la Paix
Ginebra
Suiza
CH-1202
Tel: +41.79.910.34.28

UN HUB: NUEVA YORK
CIVICUS, c/o We Work
450 Lexington Ave
Nueva York
NY 10017
Estados Unidos