Últimas noticias de la secretaria general (Dic 2019)
Estimada(o)s miembros y aliados de CIVICUS,
Estamos terminando el año tal y como lo empezamos, asombrados por cómo la sociedad civil y la ciudadanía se han mostrado imparables a pesar de la reacción generalizada y a menudo brutal de los gobiernos. Continuamos con el firme propósito de contribuir a reforzar las luchas por los derechos humanos y la justicia social en todos los países y comunidades.
Desde Jartum hasta Hong Kong, pasando por Chile, Líbano y Malta, hemos visto protestas cívicas a gran escala contra los fracasos de los gobiernos. En otras partes del mundo, la gente se ha organizado en cantidades sin precedentes, incluso a través de movilizaciones como la huelga climática mundial, en la que participaron más de 7 millones de personas en 150 países, para exigir cambios fundamentales en la gobernanza mundial y la responsabilidad de las empresas.
Lo que tienen en común todas las protestas tienen es la ira y la frustración con los sistemas políticos y económicos que no respetan los derechos y no satisfacen las necesidades. Como hemos observado en nuestro informe sobre el estado de la sociedad civil, la mayoría de las protestas empezaron siendo pequeñas -a menudo abordando cuestiones locales específicas- pero rápidamente crecieron y abarcaron preguntas más profundas sobre la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos. Además, la gente ha promovido nuevas formas para organizarse y exigir cambios a pesar de las severas restricciones al derecho a la protesta.
Nuestro último informe, People Power Under Attack 2019, se basa en la documentación de 536 casos sobre derechos fundamentales de todo el mundo. En un breve lapso de un año, hemos registrado casos de detención de manifestantes, perturbaciones de las protestas o el uso excesivo de la fuerza para impedir que la gente ejerciera plenamente su derecho de reunión pacífica en 96 países de todo el mundo. El CIVICUS Monitor ha documentado la detención de manifestantes y el uso excesivo de la fuerza para dispersar y desbaratar las protestas en países con clasificaciones cerradas o reprimidas como Egipto, Honduras, Irak y Zimbabwe, pero también en países donde la gente ha podido ejercer sus libertades sin mayores obstáculos, como Bélgica, Canadá, Francia y Panamá.
Nuestras calificaciones actualizadas en 2019 revelan que sólo el 3 % de la población mundial vive ahora en países en los que sus derechos fundamentales están protegidos y son respetados en general: el año pasado fue del 4 %. Dos democracias importantes -Nigeria e India- están a sólo un paso de alcanzar la peor calificación del CIVICUS Monitor. Esto ha contribuido a un aumento dramático en el número de personas que ahora viven en estos contextos, un 40% de la población mundial, frente al 19% del año pasado. Les invitamos a examinar más de cerca los últimos hallazgos del CIVICUS Monitor y a hacernos saber cómo podemos fortalecer los esfuerzos para proteger y expandir las libertades cívicas en su país y en su región. Por otra parte, hemos publicado dos informes más a lo largo del mes pasado son excelentes recursos para recibir información sobre los análisis y las estrategias relacionadas con la sociedad civil. Nuestro informe “A contracorriente” evalúa el impacto del surgimiento de grupos antiderechos en la sociedad civil, mientras que el informe “No seremos silenciados” hace balance de las crecientes restricciones a las que se enfrentan los activistas climáticos en todo el mundo.
En línea con el aumento de los movimientos para una rendición de cuentas dinámica en todo el mundo, este año hemos dedicado una buena cantidad de tiempo a revisar cuán efectivos son nuestros esfuerzos en CIVICUS en relación con los resultados que nos hemos comprometido a lograr en nuestro plan estratégico para 2017-22. Muchos de ustedes recordarán que el plan actual fue desarrollado gracias a una gran cantidad de aportaciones y de participación de toda la alianza.
Desde agosto de este año, hemos tenido la oportunidad de reunir a diferentes partes interesadas, incluyendo la junta directiva, el personal de CIVICUS y los miembros de la alianza, para hacer un balance de los avances que hemos logrado hasta ahora y ofrecer recomendaciones sobre los resultados a los que debemos dar prioridad en los dos últimos años de nuestro plan estratégico. Entre las actividades realizadas destacamos la "Encuesta anual para los grupos representados", que ha sido una importante fuente de intercambio de información sobre lo que estamos haciendo bien y lo que necesitamos mejorar en este contexto.
La junta directiva y el personal de CIVICUS también han combinado esfuerzos para crear un marco de información estratégica destinado a optimizar los resultados del aprendizaje y la rendición de cuentas en toda la alianza. La actualización de nuestras recomendaciones para la presentación de informes incluye ahora revisiones mensuales a nuestros miembros, informes trimestrales de análisis de tendencias de nuestra base de datos online y oportunidades para participar en las cuestiones críticas de aprendizaje que se describen en nuestro marco de rendición de cuentas. En términos más generales, la iniciativa 'Resilient Roots' nos ha permitido aportar nuevas fórmulas que priorizan los resultados relacionados con la rendición de cuentas a largo plazo y la resiliencia en contextos de espacio cívico restringido. El trabajo realizado durante este período a través de AGNA, el grupo de diversidad e inclusión para el trabajo en red y la acción (DIGNA) y las plataformas de Innovación para el Cambio son otros ejemplos de cómo un enfoque de colaboración para fortalecer la legitimidad y el impacto de la sociedad civil enriquece nuestro trabajo en lo esencial.
Esperamos poder compartir más sobre los resultados de nuestra revisión de la estrategia a medio plazo en enero, y estimamos que las recomendaciones generadas permitirán aumentar las oportunidades de solidaridad y acción conjunta en toda la alianza. Ahora tenemos el doble de miembros de CIVICUS que el año pasado, de los cuales un número significativo son jóvenes generadores de cambio. Nuestro mayor alcance de más de 8.500 miembros en 165 países nos brinda una oportunidad increíble para fortalecer la legitimidad y el impacto de la sociedad civil. Al hacerlo, debemos seguir desafiándonos a integrar la diversidad y democratizar los recursos de manera que beneficien directamente a quienes están en primera línea de la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Debemos ser capaces de demostrar de manera decisiva cómo nuestras acciones e inversiones están marcando la diferencia para las comunidades en los contextos más restrictivos y marginados del mundo.
En 2020, debemos mirar más allá de los mandatos institucionales para situarnos firmemente en el camino de un cambio más amplio que conecte e inspire una acción transformadora en todo el mundo.
Saludos cordiales,
Lysa John
Secretary-General, CIVICUS
@lysajohn