El mundo padece un grave déficit de compasión, tal como se desprende del trato recibido por la caravana de migrantes en su paso por México, concluye un nuevo informe.
- El nuevo informe de CIVICUS identifica una tendencia general a la retracción de la compasión hacia las personas vulnerables, que también tiene expresiones en América Latina. Recientemente, una nueva caravana de migrantes centroamericanos en camino hacia los Estados Unidos fue fríamente recibida por las autoridades mexicana. Asimismo, los venezolanos que huyen masivamente de la crisis que asuela a su país atraviesan situaciones extremadamente duras, aunque según las Naciones Unidas deberían recibir protección en calidad de refugiados.
- El informe también señala un aumento del populismo y el nacionalismo de derecha en todo el mundo, incluida la región latinoamericana. Sin embargo, destaca que la sociedad civil no se ha mantenido al margen, sino que ha reaccionado activamente intentando involucrar a la ciudadanía en la búsqueda de alternativas progresistas. El informe hace un llamado a la construcción de narrativas positivas que permitan canalizar los descontentos en dirección de proyectos incluyentes y poner freno al avance de los grupos anti-derechos.
Una nueva caravana de migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua fue recibida con dureza en su travesía por México rumbo a los Estados Unidos. A diferencia de lo ocurrido en oportunidades anteriores, esta vez las autoridades de algunas ciudades del sur de México impidieron que la caravana se detuviera para descansar
Mientras tanto, los venezolanos que huyen de la crisis, a un ritmo imparable de 2.000 a 3.000 por día, suelen enfrentar hostilidad y duras condiciones para sobrevivir en los países de acogida. Recientemente la ONU hizo un llamado a la protección de estas personas en calidad de refugiadas.
La creciente hostilidad hacia migrantes y refugiados es una de las principales y alarmantes tendencias que identifica el Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil 2019, el informe anual de la alianza mundial de la sociedad civil CIVICUS, que examina los acontecimientos y las tendencias que afectaron a la sociedad civil durante el último año.
"La sociedad civil que actúa por impulsos humanitarios enfrenta una marea creciente de crueldad global, que cuestiona los valores humanitarios de un modo que no tiene parangón desde la Segunda Guerra Mundial", afirmó Lysa John, Secretaria General de CIVICUS.
"Necesitamos nuevas campañas, a nivel mundial, regional y nacional, para reforzar los valores humanitarios y el derecho a la acción de los grupos progresistas de la sociedad civil", añadió John.
Según el informe, en todas las regiones del mundo se observa el ascenso de líderes nacionalistas y populistas de derecha, así como de grupos anti-derechos que están movilizando a la ciudadanía contra los grupos más vulnerables. El ataque frontal contra los valores que subyacen a la respuesta humanitaria, y más en general a la empatía hacia los sectores más desprotegidos, ha resultado en ataques crecientes contra las organizaciones de la sociedad civil que promueven los derechos de mujeres, personas LGTBIQ, migrantes y trabajadores.
Guiados por interpretaciones estrechas y excluyentes de la soberanía, algunos estados poderosos, como China, Rusia y los Estados Unidos, se niegan a seguir las reglas del multilateralismo y se abocan a reorganizar en su provecho el sistema internacional. Liderados por “hombres fuertes” que están trasladando sus estilos de gobierno personal a los asuntos internacionales, estos estados tienden a ignorar cada vez más las instituciones, acuerdos y normas existentes.
El informe también señala el aumento de las protestas relacionadas con la exclusión económica, la desigualdad y la pobreza, que a menudo se enfrentan a una represión violenta, así como la regresión democrática que se manifiesta en la gran cantidad de elecciones fraudulentas celebradas en países de todo el mundo.
En 2018 las fuerzas regresivas ganaron terreno. Según el CIVICUS Monitor, la plataforma en línea que evalúa el estado del espacio cívico en todos los países del mundo, el espacio para la sociedad civil - estructurado por las libertades de asociación, expresión y reunión - está siendo atacado seriamente en 111 países del mundo, es decir en más de la mitad. En consecuencia, tan solo el 4% de la población mundial vive en países con espacio cívico abierto, donde las libertades fundamentales de la sociedad civil son consistentemente respetadas.
Sin embargo, también en 2018 innumerables activistas se organizaron, se movilizaron e incluso arriesgaron sus vidas en defensa de los derechos humanos, obteniendo avances en todo el mundo, incluida América Latina. Desde el fenómeno mundial del #MeToo hasta el movimiento por la legalización del aborto en Argentina y la resistencia antiautoritaria liderada por las mujeres brasileñas, desde la huelga escolar por el cambio climático hasta el Acuerdo de Escazú, la sociedad civil puso en evidencia la potencia de la acción colectiva.
El informe formula recomendaciones y hace un llamamiento a la sociedad civil para elaborar estrategias para hacer frente al populismo de derechas mediante el involucramiento de la ciudadanía y el encaminamiento progresista de sus comprensibles temores y ansiedades ante el mundo globalizado. Estas estrategias deberían incluir nuevas visiones de democracia económica así como el refuerzo del espíritu internacionalista, la importancia política de la compasión y nuestra propia humanidad compartida.
FIN
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