Consejo de Derechos Humanos de la ONU - 58° período ordinario de sesiones
Diálogo interactivo con la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela
Pronunciado por Beatriz Borges
Gracias, Señor Presidente.
La sociedad civil en Venezuela enfrenta una represión cada vez más sofisticada. Tras las elecciones presidenciales, el Estado ha impuesto el terror como mecanismo de control, recurriendo a detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.
La persecución ha forzado al exilio a personas defensoras, testigos electorales y actores políticos, eliminando voces clave de denuncia y debilitando aún más el espacio cívico, cuyo cierre definitivo se ha consolidado con normas como la “Ley Anti ONG”, que restringe la libertad de asociación y criminaliza la labor de las organizaciones.
A esto se suman prácticas como la vigilancia, el hostigamiento y el uso del aparato judicial para perseguir a quienes alzan su voz. El cierre del espacio cívico en Venezuela ya no es una amenaza, sino una realidad, dejando a miles sin acceso a asistencia y sin mecanismos de protección.
Las mujeres se encuentran en el centro de la crisis. Las familiares de personas detenidas arbitrariamente han asumido un rol clave en la denuncia de abusos, enfrentando amenazas y represalias por exigir justicia. Al mismo tiempo, defensoras de derechos humanos, muchas de ellas líderes comunitarias y sostén de hogar, han sido blanco de campañas de estigmatización y persecución por su labor. Las recientes excarcelaciones no garantizan justicia ni reparación, ya que la mayoría de los procesos judiciales siguen abiertos y continúan nuevas detenciones con fines políticos.
Instamos a este Consejo a exigir garantías para que las organizaciones operen sin represalias ni restricciones arbitrarias. Asimismo, exhortamos a la comunidad internacional a mantener la crisis en Venezuela como una prioridad y a tomar medidas concretas para garantizar la protección de los derechos humanos.
Gracias.
